sábado, 13 de septiembre de 2008

Cognición

Me cuesta aprender tus múltiples lenguajes, los analizo bajo lupa, veo que te mueves de lo indiferente a lo valevergas, intentando despreocuparme por aquello, y por lo otro que me hace pensar que la pena vale poco en estos casos.
Pero los minutos rasgan, al compás de tu inverosimilitud...tu allá lejos y tan bien aquí dentrito, que por poco corro a tu lado para salvaguardarme en mi fantasía mentirosa.
Desde ya aprendí de nuevo a descifrarte, no mirarte ni preocuparme, hacer cuenta ilusa a tu mínima presencia, para evitar daños mayores a mi presente que no abarca futuro con vós.
Mi preámbulo: soy feliz contigo, el tuyo: ¿entonces qué?